Las estatinas son un grupo de fármacos indicados en el tratamiento de la hipercolesterolemia primaria, dislipemia mixta y en la reducción de la morbimortalidad cardiovascular en pacientes de riesgo y que son sustratos en su mayoría del citocromo P4503A4. Los inhibidores potentes del citocromo P4503A4 aumentan el riesgo de miopatía y rabdomiólisis aumentando la concentración de la actividad inhibidora de la HMG-CoA reductasa en plasma durante el tratamiento con este grupo de fármacos. Aunque están poco documentadas las interacciones de agentes citostáticos con estatinas, por la gravedad que presenta estos efectos adversos, son una precaución a considerar en el tratamiento integral de los pacientes oncológicos.
Caso clínico
Interacción entre erlotinib y simvastatina42
Mujer de 75 años de de edad que acude a urgencias por presentar dolor muscular generalizado y debilidad de 4 días de evolución.
Antecedentes: hipertensión, hiperlipidemias y enfemedad arterial coronaria. No fumadora.
Diagnosticada de adenocarcinoma de pulmón en tratamiento con 6 ciclos de carboplatino y paclitaxel que había finalizado en los 9 meses previos. Como consecuencia de una recaída del tumor inició tratamiento de segunda línea con erlotinib 6 semanas antes de su admisión en urgencias. Tras el inicio de este tratamiento presentó hiperbilirrubinemia que se resolvió espontáneamente, sin elevación de enzimas hepáticas.
El tratamiento domiciliario incluía AAS 81 mg cada 24 horas, atenolol 50 mg cada 12 horas, amlodipino 5 mg cada 24 horas y ezetimiba/simvastatina 10/80 mg cada 24 horas (durante los últimos 3 años).
La evaluación realizada en el hospital mostró mioglobinuria. Los marcadores de laboratorio evidenciaron una elevación de AST (787 UI/L), ALT (473 UI/L) y creatina quinasa (17.978 UI/L).Los signos y síntomas fueron indicativos de rabdomiolisis producida como consecuencia del tratamiento con simvastatina y posiblemente inducida por el tratamiento concomitante con erlotinib.
El tratamiento de soporte realizado fue hidratación y suspensión de erlotinib y ezetimiba/simvastatina. Como consecuencia de la excelente respuesta que la paciente había mostrado con erlotinib se reinió el tratamiento con este fármaco una vez se habían normalizado los datos de laboratorio y la paciente dejó de presentar la sintomatología descrita. El tratamiento con simvastatina fue permanentemente suspendido.
Esta potencial interacción y morbilidad en los pacientes oncológicos puede ser minimizada por el uso de pravastatina, en lugar de simvastatina, ya que este fármaco es excretado vía renal y no presenta metabolismo significativo vía CYP3A4.