Terapia basada en el riesgo de los pacientes con neutropenia febril
La estratificación del riesgo se basa en: la duración y el grado de neutropenia, el tipo de cáncer y su tratamiento (la evolución del TPH), el estado clínico, las comorbilidades y respuesta a terapias empíricas.
Al menos 4 tipos de regímenes de antibióticos parenterales empíricos están en uso (los tres primeros recomendados en las directrices de los Consensos):
P. aeruginosa, otros bacilos gram-negativos y estafilococos son los objetivos principales.
- Beta-lactámico en monoterapia: ceftazidima / cefepime / piperacilina-tazobactam / imipenem-cilastatina / meropenem
- Beta-lactámico antipseudomonas + aminoglucósido: cefepime / ceftazidima + gentamicina / tobramicina
- Regimen con vancomicina: ceftazidima + vancomicina ± gentamicina / tobramicina
- Regimen con fluoroquinolona: ciprofloxacino + ceftazidima / aminoglucósido / vancomicina
Cada uno de estos regímenes tiene ventajas y desventajas. Ninguno es superior. La respuesta global está entre 70%-90%, independientemente de si existe patógeno aislado o el régimen antimicrobiano usado.
Todos los regímenes empíricos deben ser controlados y revisados
La elección de los regímenes empíricos debería tener en cuenta: el riesgo del paciente, el estado clínico, los patrones de las infecciones hospitalarias y de susceptibilidad.
Vancomicina en el tratamiento empírico inicial de pacientes con cáncer neutropénico febril es controvertido debido a la creciente incidencia de infecciones por grampositivos en esta población sobretodo SARM. Dos enfoques:
- incluir vancomicina en el régimen inicial de antibiótico empírico,
- proporciona tratamiento precoz eficaz de posibles infecciones gram-positivas.
- disminuye la mortalidad por penicilina-resistentes en infecciones por S. viridans
- retener la vancomicina de los regímenes iniciales empíricos: añadir el fármaco si los organismos gram positivos se aislan en cultivos o si no hay respuesta a la terapia inicial.
«La vancomicina se recomienda en los regímenes empíricos iniciales en pacientes con alto riesgo de infección gram-positiva, sobre todo por SARM y estafilococo coagulasa negativo (por infección de catéteres centrales), con alto riesgo de S. viridans, con mucositis grave o infección de tejidos blandos o neumonía en hospitales con altas tasas de infecciones por SARM».