INTRODUCCIÓN
El VIH es responsable de una de las grandes pandemias de la Humanidad, con un elevadísimo impacto en morbi-mortalidad.
La trasmisión vía sexual y parenteral, así como la imposibilidad de erradicar la infección han supuesto una estigmatización de los pacientes, con sus consecuencias en salud.
La enorme inversión en investigación y prevención han conseguido que a nivel mundial el impacto de la infección revierta, y en países desarrollados pueda considerarse una enfermedad crónica.
Los tratamientos farmacológicos son la clave de este éxito, si bien son complejos y costosos. Su manejo requiere conocimientos y experiencia, así como una constante actualización.
Interacciones, toxicidades a corto y largo plazo, modificaciones en el estilo de vida, resistencias, impacto económico son elementos limitantes inherentes a los tratamientos.