Elección del antibiótico
Idealmente se debería elegir un antibiótico con las siguientes características:
- Espectro lo más limitado posible a los microorganismos sospechados o aislados.
- Buena absorción oral.
- Que alcance concentraciones elevadas en orina.
- En el tratamiento empírico, considerar los patrones de susceptibilidad local a Escherichia coli (el microorganismo más frecuente en ITU).
En España existen altas tasas de resistencia de E.coli a quinolonas y cotrimoxazol, amoxicilina y cefalosporinas de primera generación; no se deberían usar sin antibiograma previo. En cambio las guías americanas recomiendan quinolonas y cotrimoxazol como primera línea en tratamiento empírico.