Introducción al curso
Introducción
La formación que se recibe a lo largo de la vida suele encaminar al individuo a cumplir con unos requisitos que parece exigir la sociedad. La mayoría de gente se programa para estudiar, si es posible una carrera, o para formarse en una profesión, acumular conocimiento y experiencia en su currículo y tener un trabajo estable que le garantice un sueldo. Además, lo normal es casarse, formar una familia, tener una casa (o dos), tener un coche (o dos) y cuantas posesiones sea factible para finalmente ser feliz. Esto nos hace esclavos en cierta medida del dinero, necesitamos trabajar y a veces emplear demasiadas horas para conseguir lo que queremos, lo estipulado. Nos hace esclavos del tiempo.
La crisis que se vive en la actualidad ha hecho, quizá como único aspecto positivo, temblar estos cimientos, estas creencias y replantearse, reformular los valores que nos estaban guiando hasta ahora. Las personas aprecian el trabajo en la medida en que se dispone de él; pero también se plantean la necesidad de alcanzar un equilibrio vital entre todas las dimensiones que conforman a la persona, para ganar calidad de vida y bienestar. A lo mejor ya no es necesario tener tanto bien material, lo que resulta importante es equilibrar dichas dimensiones. Conseguir o alcanzar este equilibrio es la base de las personas verdaderamente efectivas.
Por otra parte, el mundo laboral es cada vez más exigente, máxime hoy en día, y cuánto más elevado es el puesto de responsabilidad mayor es la exigencia. Se dispone de menos recursos y se exigen mayores resultados. Esto implica la necesidad de ser más productivo, de conseguir una mayor productividad profesional, no solo como organización, sino también como individuo. Y a su vez requiere de innovación para adaptarse a los cambios tanto estructurales como tecnológicos que surgen continuamente.
El entorno sanitario no es una excepción y la implantación de determinadas políticas está afectando a los Servicios de Farmacia, los cuales están siendo sometidos a una gran presión por parte de los gestores. En este entorno se ha de ser productivo, como Servicio en conjunto, pero sobre todo como profesional farmacéutico de hospital individual, y no tanto por ser más competitivo, que también, sino para conseguir los resultados establecidos o definidos utilizando menos tiempo y recursos. Resulta fundamental por tanto, organizar y planificar las jornadas de una forma efectiva. Es además importante la perfecta adaptación al entorno.
Por todo ello, cualquier enfoque orientado a una mejora de la productividad del profesional farmacéutico de hospital requiere un profundo trabajo de transformación interna. Los sistemas (libros, aplicaciones, cursos…) diseñados para incrementar la productividad, proporcionan herramientas o guías útiles para enseñarnos a que nuestro tiempo sea más productivo. Y estos sistemas ponen de manifiesto la necesidad de organizar pero con amplitud de miras, no limitándose a lo que se va a hacer cada día, sino partiendo de un horizonte claro hacia el que cada uno quiere dirigirse y que servirá de base para planificar el resto. Siguiendo la brújula interior. A lo largo del curso, se exponen los principales sistemas o métodos disponibles que permiten hacer de esto una realidad. Será necesario comprender primero la base teórica de este proceso, el por qué de esta necesidad para luego entender el cómo.
Con estas premisas, se hace un recorrido en el Módulo 1 por los sistemas de productividad individual más extendidos, incidiendo en sus aplicaciones en la práctica asistencial de la farmacia hospitalaria, así como en su implementación con las herramientas informáticas adecuadas y accesibles para el farmacéutico de hospital.
En el Módulo 2 se expone la planificación creativa, mediante la integración de la técnica de mapas mentales, técnica de creatividad para la innovación, que favorece una forma de pensar diferente y facilita el desarrollo. El mapa puede utilizarse como una herramienta neutral para el uso de estrategias prácticas de aprendizaje, la memorización, la organización, el pensamiento o la creatividad. Por ello se puede aplicar en las actividades de planificación, gestión, y docencia, propias del Servicio de Farmacia.
El Módulo 3 se centra en la integración de dispositivos móviles como soporte en la práctica asistencial diaria, dada la presencia casi generalizada de estos dispositivos y la ventaja de poder utilizar en ellos muchos de los sistemas expuestos en los anteriores módulos.
Por último, en un entorno en el que la comunicación es básica para conseguir la máxima efectividad, la adquisición de habilidades para desarrollar y comunicar contenidos clínico-asistenciales cobra una especial importancia. Así, mejorar la productividad profesional del farmacéutico de hospital en el desarrollo y presentación de contenidos clínico-asistenciales, así como en el uso de herramientas on-line para trabajo en equipo, es el principal objetivo del Módulo 4.
En definitiva, el curso en su conjunto pretende transmitir conocimientos, técnicas y habilidades para alcanzar un elevado grado de productividad en el ámbito profesional, aunque sin olvidar el necesario equilibrio con el resto de ámbitos que componen nuestra vida. Esperamos que sea un agradable y constructivo recorrido.